A veces me pregunto como es que habiendo escuchado tanto y tanto de Dios, a veces le desconozco. Es como si las frases que se nos repiten una y otra vez en la infancia estuvieran vacías. Dios todo lo puede. Dios todo lo conoce. Dios todo lo sabe. Dios tiene un plan. Dios sabe lo que hace. Y nos las repetimos tantas veces que después de un tiempo pierden sentido. Las palabras salen de nuestras bocas pero no están conectadas de ninguna manera a nuestro corazón. ¿Qué es lo que Dios puede? ¿Qué sabe? ¿Qué conoce? ¿Cual es su plan y en donde lo encuentro escrito?
Nos sentamos a esperar impacientes. Esperamos unas horas, unos días, unos meses y el tiempo se nos acaba esperando. ¿Dónde esta la respuesta? ¿Dónde estas Señor, a donde te has ido? ¿Es que acaso me conoces, me entiendes, me sabes, me amas? Y se nos ha ido el tiempo pensando en lo creemos que Dios no nos ha dado y preguntándonos cuando es que va a contestarnos. Y es que en medio de nuestro enojo y nuestra impaciencia, nos hemos perdido de la respuesta.
Respuesta que nos viene como susurro, como un murmullo…… casi inaudible. ¿Cuándo aprenderemos a callarnos? ¿Cuándo aprenderemos a escuchar? Y es que es más fácil decir que creemos, que actuar en consecuencia.
Si, creo que Dios esta en todas partes. Si, creo que Dios esta aquí. Y aun así nos sentimos enteramente solos.
Si, creo que Dios tiene un plan. Si, Dios quiere lo mejor para mi. Y aun así, queremos tener un mapa detallado de nuestro futuro. Un mapa con señales, figuras y colores para no perdernos.
Si, el Señor es mi pastor y nada me faltara. Si, aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno. Y aun así, de vez en vez el miedo se nos cuela en los pulmones.
Y es que tal vez nuestra oración primera debiera ser: “Señor, ayúdame a actuar como si te creyera”
Sunday, November 19, 2006
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1 comment:
Me encanta leer tus comentarios. Breves, sinceros, auténticos... Ahí está Dios. Saludos.
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