Desde ahora, desde siempre.

He perdido terreno.
El enemigo ha regresado para reconquistarme.
Ha regresado para quemar casas, destruir sueños, robar certezas.
Ha llegado de improviso y con mas fuerza.
No he tenido preparadas las armas para la defensa.

He perdido terreno.
Ha vuelto el enemigo.
Tengo ya tantos años contigo, que a veces me olvido
que me acechas.
¿Cuándo te darás por vencido?
¿O es que acaso soy yo la que debe doblar las manos,
la que debe rendirse a tu presencia, permitirte quedarte?

He perdido terreno.
Ya esta aquí nuevamente, como niebla, como un millón de palabras
agolpadas de repente en un solo verso.
Ya esta aquí, como hace meses, como desde hace muchos años.
Como siempre.
Te vas y me dejas con la esperanza de no volver a verte nunca.
Te vas y me olvido de ti, de que existes, de que dormitas en mi cabeza.
¿Cuándo terminarás por irte de una buena vez y para siempre?

He perdido mis tierras.
Comienza la reconquista.

A veces me pregunto como es que habiendo escuchado tanto y tanto de Dios, a veces le desconozco. Es como si las frases que se nos repiten una y otra vez en la infancia estuvieran vacías. Dios todo lo puede. Dios todo lo conoce. Dios todo lo sabe. Dios tiene un plan. Dios sabe lo que hace. Y nos las repetimos tantas veces que después de un tiempo pierden sentido. Las palabras salen de nuestras bocas pero no están conectadas de ninguna manera a nuestro corazón. ¿Qué es lo que Dios puede? ¿Qué sabe? ¿Qué conoce? ¿Cual es su plan y en donde lo encuentro escrito?

Nos sentamos a esperar impacientes. Esperamos unas horas, unos días, unos meses y el tiempo se nos acaba esperando. ¿Dónde esta la respuesta? ¿Dónde estas Señor, a donde te has ido? ¿Es que acaso me conoces, me entiendes, me sabes, me amas? Y se nos ha ido el tiempo pensando en lo creemos que Dios no nos ha dado y preguntándonos cuando es que va a contestarnos. Y es que en medio de nuestro enojo y nuestra impaciencia, nos hemos perdido de la respuesta.

Respuesta que nos viene como susurro, como un murmullo…… casi inaudible. ¿Cuándo aprenderemos a callarnos? ¿Cuándo aprenderemos a escuchar? Y es que es más fácil decir que creemos, que actuar en consecuencia.

Si, creo que Dios esta en todas partes. Si, creo que Dios esta aquí. Y aun así nos sentimos enteramente solos.

Si, creo que Dios tiene un plan. Si, Dios quiere lo mejor para mi. Y aun así, queremos tener un mapa detallado de nuestro futuro. Un mapa con señales, figuras y colores para no perdernos.

Si, el Señor es mi pastor y nada me faltara. Si, aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno. Y aun así, de vez en vez el miedo se nos cuela en los pulmones.


Y es que tal vez nuestra oración primera debiera ser: “Señor, ayúdame a actuar como si te creyera”

Zona de desastre

Si algo me frustra es ver mi casa hecha un tiradero. Aunque pareciera que en las ultimas semanas no me frustro tanto ,a juzgar por la condicion de mi humilde vivienda. Sin exagerar, parecia que un huracan habia pasado por la sala, el comedor y la cocina. Quien hubiese visto nuestra recamara no hubiese dudado que una bomba exploto bajo la cama.

Daniel le achaca todo al hecho de que estoy trabajando, yendo a la escuela y ademas a que he estado enferma las dos ultimas semanas. Por un momento le he creido, pero ahora no estoy tan segura. Mas bien, creo que no tengo la mas minima idea de como
mantener una casa en un estado mas o menos decente por mas de 3 dias ( se aceptan sugerencias).

Les juro que cada domingo es la misma cosa, limpiamos y recogemos todo, prometiendonos que mantendremos el lugar en buen estado. El lunes todo esta bien, todo en orden y en su lugar. Para el martes empiezan a surgir senales de alarma: un calcetin por aqui, vasos en la mesa de centro de la sala, algunos platos en el lavadero. Para el miercoles la alfombra esta regada de moronas y restos de palomitas de maiz. El Jueves es CSI y con ello vienen mas palomitas y, "para que aspirar si vamos a regar de nuevo?". El viernes las sillas del comedor se han convertido en tendederos y de la casa del dia Domingo no queda nada.

Llega el fin de semana y veo con horror el desastre en el que vivo y me juro a mi misma que: "ahora si esta semana la casa va a estar limpia". El domingo por la noche la casa esta nuevamente recogida y mi corazon se llena de esperanzas.

Esperanza de un futuro mejor, en el que la ropa no se ensucie y los platos se laven solos.

Esperanza de que la ropa se cuelgue sola y de la invencion de un pan que no haga moronas.

Esperanza de que nos levantaremos por la manana y antes cualquier otra cosa tenderemos nuestra cama.

Esperanza de que: "hoy si voy a cocinar y no comeremos sopa de lata".

Esperanza de llegar al viernes y sentarme en una sala recogida.

Vivo de esperanza.

Hoy es lunes y ya hay platos en el lavadero. Comienza el circo....

La mocosita

He estado enferma desde hace una semana. Todo empezo con una tosesita aqui, un estornudito alla y para el dia de ayer del chorro de voz que tenia me quedo solo un chisguete.... no puedo hablar! El viernes y sabado pasado me los pase en la cama. Me acabe la caja completa de Kleenex y anduve medio drogada.... ahora que lo pienso, creo que nunca me quite la pijama. Creo que lo peor de todo es que tome uno de mis examenes el jueves pasado y este catarro lo ha arruinado todo, estoy casi segura que si.

Empece el examen y empezaron tambien los estornudos y la escurrida de nariz. A los diez minutos ya no tenia idea de si estaba leyendo en ingles o español empañado y me parecia ver todo atraves de un cristal empañado.Pero a lo hecho pecho y ya no puedo hacer nada para cambiar la sarta de babosadas que he de haber escrito en el examen.

Ya les contare la evolucion de este virus....